Nos ha dejado Paco el “Ventilla” y con él se ha ido un pedazo de nosotros y de Rocafort. Un rocafortano cordobés al que siempre recordaré detrás de la barra del Rosaleda, cantándole a Amelia, haciéndonos reír, enfadándose por el mal fútbol, por la mala política y por lo tarde que nos íbamos de su bar. Un fortísimo abrazo para su mujer, Pili, y también para sus hijos Pili y Javier.
Lo recuerdo tan lleno de vitalidad que se me hace muy difícil su despedida.
La letra de la canción que solamente él le cantaba a mi hija decía así: “Bien, bien, bravo, hasta aquí hemos llegado”.
Pues sí, Paco, hasta aquí hemos llegado. Qué poco sentido tiene que te vayas así.
Buen viaje Paco, te vamos a echar mucho, mucho de menos.
Bonito recuerdo. Un saludo
Un saludo
Gracias! Me alegro que te guste