Anoche celebramos 25 años de campo de fútbol enRocafort y rendimos homenaje a todos quienes, de alguna manera, han contribuido al crecimiento de este deporte en nuestro pueblo. Empezando por Paco Soler. Un buen alcalde socialista que hizo posible la ubicación actual del campo junto a la estación. José Luis Marco, juez de paz, cayó en la cuenta de la efeméride cuando jugaba allí con su nieto, y la concejala Julia Cañizares se puso manos a la obra para tributar este homenaje modesto al fútbol local.
Un campo de fútbol es algo más que un sitio donde jugar al fútbol: es un espacio de convivencia. Generaciones de niños y algunas niñas (pocas todavía) aprenden a respetar al adversario, a trabajar en equipo, a esforzarse en un objetivo común, a convivir dentro y fuera del campo… El fútbol es una herramienta poderosa de sociabilización para muchos niños y adolescentes.
Rocafort cuenta hoy con dos clubes de fútbol. Y creo que es posible y necesario que se fusionen en un único club para aprovechar al máximo las posibilidades de nuestro campo, que es de todos y de todas.
Desde que el fútbol llegó a Rocafort, se ha jugado en diversos emplazamientos. En los años 20 y 30 la Plaza de España era el terreno de juego. Se utilizaban piedras y árboles de porterías. También se jugaba en las monjas, detrás de Villa Contat, y hubo otro campo entre el casino y el parc de la llum. En los años 40 existió el Campo del Oliveral , en los terrenos del actual ambulatorio. Este campo lo construyeron y adaptaron vecinos del pueblo. Un equipo de Rocafort jugó durante algún tiempo como local en la Colonia de San Vicente (reformatorio de Godella) durante la década de los 30. En los 80 y primeros 90 también se jugó allí hasta que se construyó el nuevo campo.
En la década de los 50 y durante los primeros 60 se jugó en el Camp de les Flors, inaugurado en 1953, entre las actuales calles de Birler y Ausiàs March. Donde ahora está la tienda de fotografía de Lázaro en la calle Convent, estaba el acceso al campo. Este campo tenía los vestuarios pegados al actual bar Cañamero. Aquel fue el campo más estable de todos. Uno de los equipos fue ascendiendo hasta llegar a primera regional, pero no pudieron participar en esta categoría por no disponer de un campo adecuado para la competición. El Ayuntamiento, entonces presidido por Melquíades Pascual, no colaboró con el proyecto y se tuvo que disolver el equipo al quedar fuera de la competición.
Juan Pérez me cuenta que también hubo un campo de fútbol en la actual Avenida Doctor Eugenio López Trigo, cerca de los terrenos del actual IVADIS, entre la acequia y la vía del trenet junto a Villa Amparo. Esta foto es de 1952, del día de su inauguración. En este campo se jugó solamente la temporada de 1952. En la foto se ve perfectamente la antigua catenaria de la vía del tren.
Aquí vemos el Camp de Les Flors en 1953 y a Loli López Trigo y José Valls “El cansalaer”.
José Vicente García Marco nos recuerda que, siendo entrenador del equipo juvenil Paco el Ventilla, se jugaban los partidos de casa en el Barranc del Carraixet, en un terreno de juego que existía al lado del polideportivo de Bétera.
Y por supuesto se jugó mucho al fútbol en el campo de tierra junto al cementerio, en los años 80. Allí solía jugar yo de crío. No tenía las dimensiones de un campo de fútbol por lo que el club de aficionados no jugó allí, jugaban en el reformatorio de Godella. Allí jugábamos solo los niños. También íbamos allí a volar el cachirulo en pascua y a pasear con la bicicleta por la tierra. El campo terminaba en una pendiente de piedras de la que guardo algunos recuerdos en forma de cicatriz en piernas y tobillos…
Tres décadas después, en 1991, el Rocafort volvió a subir a regional preferente. El pueblo y el Ayuntamiento, presidido ahora por el socialista Floreal Silvestre, se volcaron con el equipo. Esa misma temporada 90-91 en la segunda vuelta se inauguró el nuevo campo, ubicado junto a la estación. Lo inauguró otro alcalde socialista, Paco Soler.
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